15.3.06

Zathia


Mi nombre es Zathia ,que en lengua berembé quiere decir la que se acuesta con el sol, nunca supe que referencia pudo haber para llamarme así, cuando hayan pasado las lluvias cumpliré diecisiete otoños. Mi madre fue celebre por su belleza y su femineidad, mi padre un guerrero de fuertes brazos.
Así como me ven ahora, rodeada de estos seres indignos que reciben el nombre de pueblo yo he sido (y de alguna manera quizás lo siga siendo) una de las 115 favoritas del rey Uluma ,nuestro soberano, el único y poderoso dueño de nuestros actos.
Me han criado con esmero los mejores maestros del reino, incluso hemos tenido una profesora de ojos rasgados (que según dicen venia del otro lado del mundo) que nos hubo enseñado a ser idóneas en el arte de la satisfacción masculina, hoy conozco todos los sutiles artilugios que pueden enloquecer de placer a un hombre. Desde mi mas remota infancia fui criada y enseñada para complacer a mi rey ,a los trece años (cuando se considera en mi casta que una niña deja de serlo) empece a poner en practica estos conocimientos milenarios que me valieron el favor y el reconocimiento de su majestad y la gente de su séquito.
Estos sucios andrajos que cubren mi figura no hacen justicia con mi delicado talle y estos alimentos mas propios de las bestias me repugnan al punto de abortar mi apetito. Yo, que he saboreado los manjares de palacio, que entre mis platos favoritos se encontraban las mas sabrosas larvas de gusano de seda ( los dioses se sacian de ellas), los insectos mas crocantes y la mas fresca leche de camella ahora veo y huelo a los despreciables pobres a mi alrededor luchando como leones por un trozo de carne de búfalo.
No veo entre esta gente y el mas obtuso de los animales ninguna diferencia, incluso tampoco la posición bípeda, ya que estos engendros se desplazan agachados buscando vaya uno a saber que, como si fueran monos. Incluso ríen
Debo pasar desapercibida, si no logro mimetizarme con esta turba infecta mi vida vale menos que la de una serpiente. Estoy huyendo, ya no sé bien de que o quien, se que los habitantes de palacio están todos muertos o quizás estén ocultos como yo lo estoy ahora.
Hube de acostumbrarme a mirar hacia el suelo ya que mi porte altanero me ha delatado varias veces, aprendí a cargar mis hombros como hacen todos ellos, fingiendo desgano o cansancio. Necesité de todo mi temple para no contestar en forma desafiante a mis captores , a los asesinos de mi rey !!
Se creen que nos han salvado, que han liberado al pueblo de su opresor, vociferan. Debería matarlos y vengar la memoria de Uluma....Desgraciadamente no se me ha instruido para matar sino para dar placer, en una oportunidad intente valerme de mis armas y fornicar hasta matarlos. Pero mi plan se frustro luego de un intento ciclópeo, he dado con que los pobres tienen mucha energía y son muchos (nunca imagine que pudieran ser tantos) y mis múltiples dones ,que supieron extasiar a toda la corte, apenas alcanzaron a satisfacerlos y me dejaron a mi exhausta; buscando aire solo para recomponerme y recomenzar con mi venganza implacable.
Al parecer esto no solo no los amedrentaba sino que les daba mayores bríos, la noticia de una bella y joven mujer bien dispuesta para con quien se presentase solo hizo llegar mas seres repugnantes a gozar de mi cuerpo. Luego de 27 horas de ardua lucha sin cuartel me desvanecí entre los clamores y los festejos de una turba embravecida.
Desde entonces vivo asqueada de mi misma, llevo en mi vientre el indigno fruto de una copula odiada y me escondo de los ojos del mundo.
A veces pienso que quizás hubiese sido mejor perecer en el incendio de palacio.
Unas graciosas señoras muy bajas de tez blanca y largo manto me han de llevar a un convento, que según me han dicho, es como un palacio pero solo habitado por señoras de largos mantos iguales a ellas sin siquiera un hombre. Como concebir un palacio de este tipo?
De todas formas aceptaré. No hubiese logrado escapar (menos aun hoy, asquerosamente inseminada) y soy muy joven para morir.
Me han dicho que a los nobles los han venido a buscar en una canoa grande como seis chozas y los han rescatado llevándolos a una tierra al otro lado del mar, que allí residen todos juntos y ha resurgido la sociedad gloriosa de antaño. Tienen un nuevo nombre; no, no ya de nobles...creo que les llaman esclavos, o algo así.

1 comentario:

CirCe dijo...

Oh, Zathia!!! Cuanta ingenuidad en tus jóvenes palabras.
Igualmente, con tus conocimientos, un poco mas de fuerza, gimnasia acrobática y un enorme sentido de justicia podrías concretar una digna venganza.
Película recomendada: La guerra de los Roses.